27 de octubre de 2024

EL CALVARIO HOSPITALARIO DE UNA MADRE FRESIANA Y SU HIJA

No es posible. Que alguien se haga cargo de la negligencia que denuncia una vecina de Tegualda.

Las mantuvieron por espacio de cinco días en los pasillos de urgencia del Hospital Puerto Montt, abandonadas a su suerte, sin ningún tipo de atención, a la espera de una cama pediátrica. Peor, aún, sin prevención alguna, día y noche, la menor dio positivo al Covid y hoy se encuentra aislada en el mismo centro asistencial. El lado B, de la Primera Línea, que se espera sea excepcional e investigado.

Cinco días de angustia, temor y de elocuente “negligencia” en la administración de urgencias en el Hospital de Puerto Montt, vieron en los pasados días una madre de Fresia y su hija, luego que de ser derivada desde el Hospital de Fresia hasta el principal centro asistencial regional, para ser internada en la Urgencia Pediátrica, lo que nunca ocurrió sino hasta que la niña arrojara positivo en el PCR-Covid y sólo en esa circunstancia, tras una semana de verdadero calvario, fuera atendida y este lunes, sí ingresara a una sala de aislamiento.

La madre de la niña, que reservamos su identidad, está bajo su cuidado en la sala de Pediatría del Hospital puertomontino, reside en Tegualda y este es el testimonio que hizo llegar a FRESIAAHORA, con el fin de dar a conocer el nivel infrahumano de atención al que son sometidos algunos pacientes que permanecen virtualmente “botados” en los pasillos de un hospital que se dice “acreditado”, pero que no tiene, al menos en este aspecto, la voluntad de cuidar por la vida de un ser humano, de una menor en este caso, dejándola junto a su madre en un casi total abandono.

DESATENCIÓN, CRUELDAD, DISCRIMINACIÓN

“Soy la mamá de una pequeña con un problema complicado de salud y TCA (Trastorno en conductas de alimentación) y el martes 18 de este mes, la derivaron desde el hospital de Fresia para que la hospitalicen en pediatría. Nos tomaron a las dos nuestros respectivos PCR, los cuales salieron negativos. Al llegar a la urgencia desde el primer momento nos trataron como un cacho posterior no decían todos los días que no habían camas en pediatría que debíamos esperar y ahí, mi hija en una camilla y yo, las dos primeras noches, sentada en una silla. Fue todo muy denigrante ni ducha nos pasaron si no fuera por la asistente social de la urgencia que nos daba comida y otras personas que me ayudaron llevándome cosas en las tardes; después de dos días les pedí por favor un sillón para dormir ya que yo me había accidentado pocos días antes de estos y estaba con mucho dolor a lo cual accedieron. Nunca vi ningún protocolo para evitar contagio dentro de la urgencia nos pasearon de sala en sala, el jueves nos dicen,  lo sentimos aún no hay cama, tendrán que esperar aquí hasta el lunes. Ya muy cansadas no nos quedaba otra opción. El lunes 24 de mayo durante la madrugada mi hija comenzó con mucha fiebre y dolor de cabeza, corporal y de estómago, yo aviso y me pasan el termómetro para que yo le tome la temperatura ella tenía 39,8, ardía en fiebre recién ahí me preguntan si al 3 día le habían tomado el examen PCR lo cual no sucedió ya estábamos por el 5 día y nunca lo hicieron. Mi hija arrojó Positivo. Mi mundo se vino abajo por completo ya que ella ya está muy débil por su condición. Tengo pena y rabia por qué nos trataron siempre distinto por qué habíamos sido derivados de un hospital pequeño Ahora mi hija se siente mal tiene fiebre y yo con miedo de perderla por la negligencia que pasó en urgencia del hospital de Puerto Montt.

NOTA: Hoy miércoles 26 ambas se encuentran en una sala aisladas; la niña sigue con malestares, aunque su madre, con quien tomamos contacto, mantiene optimismo en relación a que se le haga el tratamiento por el cual fue trasladada de urgencia y superar los efectos del Covid. El caso traumático, fue puesto en conocimiento de personal asistencial para que sea informado al Servicio de Salud Reloncaví o a quien corresponda. FRESIAAHORA, hace presente que tiene la identidad de la reclamante, en el caso que, con la seriedad que la situación debiera ameritar, alguna autoridad calificada tome cartas en el asunto.