La decisión no fue impulsiva ni responde a una coyuntura electoral inmediata. Tampoco nace desde el conflicto ni el enojo. Así lo recalca Loreto Kemp O., ex Presidenta Regional de Evópoli, quien esta semana confirmó su renuncia al partido, cerrando una etapa política marcada por años de trabajo territorial, construcción partidaria y un fuerte compromiso con causas sociales que, asegura, siguen plenamente vigentes.
En conversación con Fresia Ahora, Kemp describe este momento como un punto de inflexión personal y político. “Entendí que la política no se trata de permanecer, sino de saber cuándo evolucionar”, señala con serenidad, subrayando que su salida se produce “con gratitud y sin rabia”, pero también con absoluta claridad respecto del escenario que viene.
Chile —plantea— enfrenta desafíos relevantes en el corto y mediano plazo, y esos desafíos requieren proyectos políticos sólidos, con visión de futuro y capacidad real de incidencia. “La política no es una carrera de corto plazo ni una suma de cargos. Es un camino largo, de convicciones, aprendizaje e impacto real”, reflexiona. En ese contexto, explica que hoy necesita un espacio distinto, que le permita proyectar con mayor fuerza el trabajo territorial y social que ha construido durante años.
Una salida sin quiebres ni reproches
Consultada por eventuales conflictos internos, Loreto Kemp es clara: no se va en malos términos. “Me voy en buenos términos, con pena humana”, reconoce, aludiendo a los vínculos personales que se forjan en la vida partidaria. Amistades, afectos y aprendizajes que —dice— no se borran con una renuncia.
“Esto es un proceso natural y responsable. La política también es crecimiento personal y colectivo”, enfatiza, recalcando que tomar decisiones pensando en el futuro, y no desde el conflicto, es parte de ejercer la política con madurez.
La política como vocación, no como urgencia electoral
Lejos de abandonar el espacio público, Kemp reafirma que continuará en política. No como una carrera ni bajo la presión de resultados inmediatos, sino como una vocación profundamente ligada al territorio y al servicio público.
“Sigo comprometida con las causas que me mueven y con la región. Tengo la certeza de que aún puedo aportar mucho”, señala. En su mirada, las buenas políticas no se improvisan ni se construyen desde la ansiedad, sino desde procesos sostenidos en el tiempo.
Proyección política y límites dentro del partido
Al profundizar en las razones de fondo, la ex presidenta regional explica que Evópoli dejó de ser el espacio adecuado para proyectar esa mirada de largo plazo. No por diferencias ideológicas, aclara, sino porque —a su juicio— los espacios de desarrollo, negociación y proyección política se fueron cerrando.
“Esta decisión no se toma desde la urgencia electoral, sino desde la claridad sobre el futuro que quiero construir”, afirma.
Sus convicciones, asegura, permanecen intactas. Se define como una mujer de derecha liberal y reformista, con una mirada profundamente social y territorial. “Lo que cambia es el espacio desde donde esas convicciones pueden tener un mayor impacto. La política debe servir para resolver problemas reales de las personas, y yo sigo comprometida con esa visión”.
Inclusión y autismo: una causa que permanece
Uno de los ejes centrales de su trayectoria —y que seguirá marcando su camino— es el trabajo en inclusión y autismo. Una causa que define como estructural en su vida política y personal.
“Como dirigenta social entendí hace tiempo que estas causas no solo son sociales, sino también políticas, porque requieren compromiso del Estado y un enfoque institucional”, señala. “Si no hubiéramos dado ese paso, hoy no existiría la Ley de Autismo”.
Su compromiso, enfatiza, no depende de una militancia partidaria. “Es una vocación que llevo dentro y que voy a seguir impulsando siempre”.
El factor territorial y el cambio de distrito
Respecto a su decisión de competir en el Distrito 26, pese a su fuerte arraigo en el Distrito 25, Kemp reconoce que fue una determinación compleja y con costos personales. Sin embargo, la sitúa en un contexto de responsabilidad política y colectiva.
“En ese momento lo hice como dirigenta de Evópoli, pensando en el proyecto de Chile Vamos y priorizando el colectivo por sobre lo personal”, explica. Mientras en el Distrito 25 ya se habían logrado avances importantes en inclusión, en el Distrito 26 las brechas eran más profundas, especialmente en educación. “Los niños aprenden menos que en el resto del país y la inclusión necesita un impulso mayor”, afirma.
Aclara además que ese cambio de distrito no guarda relación con su renuncia al partido. “Son decisiones distintas, tomadas en momentos distintos y por razones distintas”.
Conversaciones, apoyos y vínculos que continúan
La decisión fue conversada con distintos liderazgos del partido. Entre ellos, el ex ministro Gonzalo Blumel, con quien mantiene una relación cercana. “Tuvimos una conversación muy honesta. Él entiende y apoya mi decisión”, relata, destacando una frase que valora especialmente: que los vínculos y las ideas siguen, más allá de la militancia.
También conversó con la directiva general y con otros referentes, como Tomás Kast, agradeciendo el respeto y la generosidad con que fue abordada su salida.
Lo que viene
Sobre un eventual nuevo partido, Loreto Kemp opta por la prudencia. “Estoy ordenando bien los tiempos. Cuando todo esté oficialmente resuelto, lo comunicaré yo misma”, señala.
Respecto al futuro de Evópoli, no vislumbra un escenario de disolución y espera que el partido pueda renovarse, fortaleciendo su trabajo territorial tanto a nivel nacional como regional.
Finalmente, aclara que su renuncia es una decisión estrictamente personal. “Cada persona decide con libertad y autonomía. No me corresponde hablar por otros”.
La salida de Loreto Kemp O., ex Presidenta Regional de Evópoli, no aparece así como un cierre definitivo, sino como una redefinición de camino. Un paso al costado desde un partido, pero no desde la política ni desde las causas que han marcado su trayectoria pública.
