Cerda madre busca a su papá para regalonearlo en su día.
En pleno centro de Fresia, camina lento, pero sin pausas.
Peatones y automovilistas la observan curiosos y deslizan una inquieta sonrisa.
¿Hacia dónde se dirige?
Algunos pensamos que su andar melancólico, calmo, tiene un destino: encontrar a su progenitor en este día.
Surrealismo callejero de una especie tan cercana a nosotros, cualquiera sea el motivo.
Cerdo lúdico.
Nos has permitido una mañana distinta, única.
Un itinerario que seguramente tendrá un final feliz.
Porque si tu paseo nos ha impactado, cuando vuelvas a tu hogar, tendrás también un padre que te reciba, un dueño-padre…
Que te volverá a alimentar de cariño, en este, tu domingo, donde hiciste camino al andar…
Que así sea, cerdita de Fresia.
El pueblo que saliste a conquistar…
EL REGISTRADOR
