16 de julio de 2025

Editorial | Niebla con humo en Fresia: una señal que no podemos ignorar

Los episodios de baja visibilidad se repiten con mayor frecuencia en sectores urbanos de la comuna, mezclando niebla y humo por combustión. Aunque no hay alertas ambientales oficiales, la situación pone en evidencia la urgencia de prepararnos como territorio: proteger la salud, asegurar la circulación y garantizar justicia social para quienes no pueden acceder a calefacción limpia.

En los últimos días, vecinas y vecinos de Fresia han reportado reiteradamente la presencia de una densa bruma en distintos puntos de la ciudad. Aunque parezca una neblina común del invierno, quienes viven aquí notan la diferencia: es una mezcla entre niebla y humo de combustión, perceptible en el ambiente, en el olor, y sobre todo en la visibilidad. Este fenómeno, si bien no se presenta todos los días, se está volviendo cada vez más recurrente y plantea una serie de desafíos que no pueden seguir esperando.

Fresia aún no ha sido declarada bajo preemergencia ambiental ni ha recibido alertas formales por parte de las autoridades competentes. Sin embargo, esto no significa que no exista un problema real. La combinación de factores como la alta humedad, el uso doméstico de leña húmeda o no certificada, y la falta de ventilación adecuada en ciertos sectores de la ciudad, especialmente donde la densidad poblacional es mayor, están generando condiciones que afectan la calidad del aire y, por ende, la salud y seguridad de las personas.

Este fenómeno no solo tiene consecuencias ambientales. También hay una grave dimensión social que debemos abordar: muchos adultos mayores y familias vulnerables no tienen acceso a leña seca certificada, ya sea por su elevado costo o por falta de oferta local. Para ellos, calefaccionar sus hogares con lo que tienen disponible no es una decisión, es una necesidad. Pretender resolver esta situación solo desde la fiscalización o las sanciones es simplemente injusto y desconectado de la realidad.

A esto se suma otro factor no menor: la seguridad vial y ciudadana. La visibilidad reducida en calles y rutas, provocada por la mezcla de niebla y humo, representa un riesgo constante para peatones, ciclistas y conductores. Las condiciones de circulación se vuelven peligrosas, especialmente en horarios de alta afluencia o en sectores con poca iluminación. Hasta ahora, no se han reportado emergencias graves, pero ¿cuánto falta para que eso ocurra?